martes, 14 de septiembre de 2021

Cuentos y leyendas desde los Reinos olvidados

 A continuación os presento a la compañía del cráneo del troll, un grupo de aventureros que nos llevarán a conocer los Reinos olvidados a través de sus peripecias y aventuras. 

Se trata de una lista de reproducción en la que iré incorporando los episodios de esta saga en constante construcción, dado que se trata de una historia inconclusa en cuanto a que sigue viva y escribiéndose a medida que las historias de los personajes siguen evolucionando...

Espero que disfrutéis de estas aventuras tanto como yo, participando de ellas y registrando sus crónicas para que los bardos y juglares puedan componer sus rapsodias...

Pincha el enlace y accederás a las

 Aventuras de la Compañía del cráneo del troll

viernes, 3 de septiembre de 2021

Como olvidar...

 

Como es posible olvidar,


Como puede ser tan fácil
un buen día despertar
con la conciencia tan frágil
que le sea imposible recordar.
 
Como es posible olvidar...
 
Cuan injusto puede ser el tiempo
que sopla como el viento
en su inexorable pasar
barriendo la hojarasca
inerte y seca
de mi pensamiento.
 
Como es posible olvidar...
 
Y quien lo desea hacer...
 
Preferible sería
bajo mi forma de  ver
las más bellas cosas de esta vida,
como el amor primero
poder para siempre poseer
y que nunca llegue su partida.
 
Como es posible olvidar...
 
Y como podría yo claudicar...
 
Y tener mi alma tranquila
Y permanecer cuerdo.
Si el olvido mi anhelo aniquila
matando unos recuerdos
que ya nunca podrán resucitar.

lunes, 18 de enero de 2021

Lecturas imprescindibles para tiempos de pandemia

 Hoy traigo a este espacio algunos fragmentos de un titulo que considero imprescindible y tristemente oportuno. Se trata del Diario del año de la peste de Daniel Dafoe, que mi gran amigo Tomás me pasó y cuya lectura recomiendo encarecidamente...

Se hicieron algunos intentos para suprimir la impresión de libros que aterrorizaran al pueblo, y para asustar a sus difusores, algunos de los cuales fueron prendidos. Pero estos intentos no fueron llevados hasta la última instancia porque, el Gobierno se mostraba renuente a exasperar a la gente, que ya estaba bastante fuera de sí…


Un mal siempre trae otro. Esos terrores y aprensiones condujeron a la gente a mil actos débiles, tontos  y perversos, que en realidad no deseaban, pero hacia los que eran impulsados por una clase de individuos verdaderamente malvados: corrían hacia los decidores de fortuna, charlatanes y astrólogos, para que les pronosticaran su destino mediante horóscopos y cosas parecidas. Esta tontería pronto hizo que en la ciudad pululara una perversa generación de presuntos practicantes de magia. Este comercio creció enormemente en aquellos días…

Los clérigos y predicadores de distintas clases, serios e inteligentes -hay que hacerles justicia- se pronunciaron contra estas y otras prácticas malvadas  y la gente más cuerda y sensata las despreció y aborreció. Pero resultó imposible iluminar a la gente ordinaria y a la clase laboriosa y pobre: su pasión predominante era el miedo, y despilfarraban con desaprensión el dinero en esas extravagancias…

Además, la misma Corte, que entonces era alegre y fastuosa, adoptó cierto aire de interés ante el peligro. Se prohibió la peste en escena de todas las obras y entremeses que, al estilo de la corte francesa, habían empezado a extenderse entre nosotros; fueron cerradas y suprimidas las casas de juego, salas de baile y casas de música que se estaban multiplicando y comenzaban a corromper las costumbres; y los payasos, bufones, títeres, volatines y los números similares que habían embrujado al público ordinario cerraron sus tiendas y locales, en las que ya no había movimiento alguno, porque otras ideas agitaban las mentes, y una suerte de tristeza y horror ante esas ideas se instaló hasta en los semblantes de la gente común. Ante sus ojos estaba la muerte, y todos comenzaron a pensar en sus tumbas, no en regocijo ni diversiones…