
Durante
más de un millón de años la humanidad volvió al nomadismo recorriendo las sendas
en los negros cielos. Inmensas estaciones espaciales surcaban el universo y acogiendo a comunidades
completas como si de inmensas ciudadelas flotantes se tratasen. En el lejano pasado, el ser humano tuvo que dejar atrás su lugar de
origen. Un planeta al que los antiguos llamaban Tierra. La historia de la
humanidad terráquea (Aquella que en los tiempos antiguos estaba sujeta a la Tierra,
dado que nunca habían surcado el espacio) se componía de episodios repletos de
violencia, conflicto, sufrimiento y destrucción; conceptos que hoy día, la
humanidad de las estrellas no conoce, a excepción de algunos eruditos del Gran
Archivo Central que llevan cientos de años estudiando el pasado e intentando
aprender de él. Estos estudiosos se afanan en compilar datos referentes a todo
tipo de cuestiones relacionadas con el antiguo hábitat terráqueo; la morfología
del planeta, la composición de su atmósfera, su geología y dinámica climática y
una gran multitud de aspectos más que están sujetos a rigurosos análisis y
estudios.
Dado que ninguna persona viva sabe
nada sobre aquel planeta, éste poco a poco, ha ido trasladándose al mundo de las
leyendas y hoy es casi una quimera en la sociedad actual.
Según
dicen algunos eruditos, al parecer aquel pequeño planeta azul tuvo un
desastroso final. En realidad, todos los planetas y cuerpos celestes de todo
tipo tienen un tiempo de vida determinado, al concluir el cual se enfrían y
apagan o explosionan y se desintegran en un sinfín de procesos que hemos podido
observar y clasificar en nuestro viaje interestelar. Pero este fue diferente.
Fueron nuestros propios ancestros los que convocaron el desastre y acabaron provocando la destrucción de su única patria.
Es el decimotercer día del mes quinto de la era del sector
105. Habría que aclarar que la humanidad del espacio contabiliza en tiempo de
una manera diferente. Sí que existen los días y los meses, aunque estos son
solo 5. Son reminiscencias del pasado de cuando los humanos ancestrales
regulaban sus actividades en función de las horas de luz de su sol más cercano.
El cómputo de los años sí que cambió. No tenía ningún sentido realizar un
cálculo tan arcaico y basado en el movimiento de traslación de un plantea que
ya no existe. Por tanto los años pasaron a tener 100 días y a compilarse por
Eras. Éstas equivalen al tiempo transcurrido en la travesía de una estación
espacial a lo largo de un sector completo. Así que la duración de las Eras
depende del sector por el que se transita. Esto tiene mucho más sentido a día
de hoy y es indudablemente más funcional, respondiendo así al motivo de estos
viajes, explorar la inmensidad del universo y encontrar nuevos lugares donde
poder reiniciar la Historia de nuestra especie.
Como decía, en el decimotercer día del mes quinto de la era
del sector 105, la nave sonda Vangarde, una de las naves exploradoras de la
estación espacial Eureka 2, se aproximó a un pequeño planeta que orbitaba
entorno al casi apagado sol de un minúsculo sistema en el cuadrante 24 de la
octava galaxia conocida del sector 105.
Continuará...
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