Los operarios del laboratorio continuaron examinando la cabeza del androide durante un buen rato intentando encontrar más pistas acerca de su origen y procedencia. Y lo consiguieron.
Mientras manipulaban la superficie del objeto algo pareció ceder y hendirse un poco sobre la superficie en la parte posterior del supuesto cráneo. Seguidamente una pequeña portezuela se abrió donde hubiera estado la nuca de un ser humano. Con sumo cuidado uno de los operarios se acercó para observar mejor y con gran sobresalto y asombro todos pudieron observar como de la ranura emergía un pequeño objeto. Una especie de cartucho de algún material sintético que empleaban nuestros antepasados y que dejó de utilizarse hace miles de años. Tras consultar en las bases de datos concluyeron que efectivamente era un material de tipo plástico. Una envoltura a decir verdad, pues dentro de la carcasa se hacía evidente la presencia de otra pieza. Prosiguiendo con el examen llegaron a la conclusión de que aquello debía ser una especie de dispositivo de almacenamiento de memoria de la máquina, y por tanto si se conseguía acceder a esa información, podría obtenerse de primera mano un testimonio del más lejano y remoto pasado. Un hallazgo de incalculable valor y ante el que se abrían una cantidad de posibilidades de recabar datos e información útiles y por ende, las esperanzas de localizar un nuevo destino para nuestra especie; un lugar donde comenzar de nuevo y concluir al fin con las misiones en que la humanidad se encontraba inmersa desde hacía siglos.
La información contendía en el cartucho fue enviada al laboratorio de tratamiento de datos para su transcripción, pues en el remoto pasado la humanidad utilizaba unos lenguajes muy primitivos para comunicarse con sus máquinas y programarlas para la ejecución de órdenes sencillas. Hacía mucho que estos lenguajes habían sido olvidados y solo algunos expertos en las antiguas civilizaciones poseían los conocimientos necesarios para su interpretación. Es por esto que la tarea iba a ser presumiblemente complicada.
Toda la tripulación de la Vangarde se dio cita en el puesto de control y se dispuso en alrededor del proyector de datos. Una especie de pantalla en el suelo de la que manaban haces de luz y que se empleaba para todo tipo de utilidades relacionadas con la comunicación.
La luz se volvió más intensa y una voz comenzó a sonar…
Continuará...

No hay comentarios:
Publicar un comentario